En los últimos tiempos mucho se habla y mucho se ha investigado sobre la primera infancia, y menos mal porque gracias a estos estudios sabemos hoy que la edad de 0-3 años es la más importante en la vida de una persona. Y no es de extrañar ya que a estas edades se adquieren una serie de aprendizajes fundamentales para nuestra vida futura: el gateo, la marcha, el lenguaje…. Aprendizajes por cierto que hay que tratar con la máxima seriedad y que requieren su tiempo, por eso pondremos el acento en cuidar y mimar estos aspectos antes de dar paso a otros (más académicos).
Una escuela infantil, como define la comisión internacional de la UNESCO, se basa en cuatro principios básicos:
1- Aprender a conocer.
2- Aprender a hacer.
3- Aprender a ser.
4- Aprender a convivir.
La escuela debe ser un lugar para apoyar y potenciar los aprendizajes de lo más pequeños. El
derecho de los niños no se basa entonces en “guardarlos” y tampoco significa ser escolarizados
adelantando objetivos y aprendizajes propios de la enseñanza obligatoria, ya que al hacerlo así
estamos negando la gran riqueza de sus valores personales, privando a la primera infancia del placer del propio descubrimiento.
LOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN INFANTIL, NO SÓLO DEBEN QUERER TAMBIÉN DEBEN SABER.
Es muy importante que los profesionales que se ocupen de los niños de 0-3 años sean personas cariñosas y con un alto grado de vocación, pero esto no es suficiente. Además deben tener una actitud de continuo crecimiento. Deben conocer muy bien el proceso evolutivo en estas edades, para saber guiarlos en su aprendizaje. Para ofrecer al niño en cada momento lo que necesita para su óptimo desarrollo integral.
LO REALMENTE IMPORTANTE EN UNA ESCUELA SALUDABLE:
· Que se potencie el respeto y se tenga en cuenta el ritmo del niño: atención a la diversidad
· Que el aprendizaje se dé de forma significativa para el niño, y que sea él el protagonista de este proceso.
· Que la familia tenga un papel primordial en el proyecto del centro y el niño sienta que su escuela es una gran familia.
· Que se potencien todas sus capacidades motoras, cognitivas, sensoriales, emocionales, a través de la música, el arte, la psicomotricidad, la cocina, el medioambiente, el teatro (dramatización) , otros idiomas… sin olvidar nunca su momento evolutivo, sabemos que “no se pueden pedir peras al olmo” y esto hay que tomarlo con un alto grado de seriedad. Por ejemplo si el niño no está todavía preparado para compartir no debemos obligarlo a hacerlo y debemos asegurarnos de que cada niño tenga sus propios materiales para evitar conflictos innecesarios. Cuando estén preparados para compartir podrán hacerlo pero antes no.
· Que el aprendizaje se dé a través de proyectos basados en el interés del niño. A través de actividades multisensoriales y del juego.
· Que se atienda el aspecto emocional del niño y se sienta tenido en cuenta, acompañándole en la expresión de sus sentimientos.
· Que se traten con la seriedad que se merecen la adquisición de unos buenos hábitos. Esto ayudará a que el niño se sienta más seguro y esté preparado para la adquisición de conocimientos.
· Que se viva en la escuela un entorno cargado de valores que le acompañarán ahora y siempre: respeto, alegría, amistad, tolerancia…
SABER + QUERER = NIÑO FELIZ / APRENDIZAJE AFECTIVO=APRENDIZAJE EFECTIVO
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